Todos hemos visto alguna vez la procesionaria del pino y sabemos que no debemos tener contacto con estas orugas.
Normalmente se empiezan a ver a partir del mes de febrero, pero este año a causa del buen tiempo y temperaturas mas altas de lo normal ya se ven por jardines, parques y zonas por donde podemos pasear con nuestros perros. Es por este motivo que debemos estar atentos para que nuestros curiosos compañeros no las olfateen o coman.
El motivo es que las orugas están recubiertas de unos pelitos muy finos, estos contienen una sustancia urticante. Al producirse el contacto con la oruga estos pelitos se clavan como si fueran dardos en la piel, lengua, labios, trufa o en las patas de nuestra mascota si las pisan.
Si notas los siguientes signos en el perro debemos alarmarnos y acudir rápidamente al veterinario para que le administre rápidamente los medicamentos pertinentes.
- Si el perro esta nervioso y respira aceleradamente.
- Si agita la cabeza y se rasca.
- Se inflama la cara, ojos, labios,lengua y boca.
- Produce mucha saliva.
- Jadea y le cuesta respirar.
El resultado puede ser desde la necrosis de parte de la lengua a la muerte, si la infección llega a la laringe puede morirse por asfixia.